La verdad es que no tengo idea de como comenzar a escribir
esta entrada. Por lo general empiezo con un poco de humor, algunas otras veces
con algún dato estúpido e irrelevante. Pero, en esta ocasión no estoy seguro de
la dirección que debo darle a esta editorial.
Primero porque creo que es un tema que debe ser tratado con
seriedad, puesto que no quiero caer en insultos ni provocaciones, o herir
susceptibilidades a todos aquellos que no piensen de la misma manera en que yo
lo hago.
Y segundo, no quiero ser igual a aquellas personas que me
llevaron a escribir este documento.
Todo este tema comienza hace un poco mas de tres meses. Antes
de que empezaran las campañas electorales. Durante mucho tiempo (y no lo digo
con vergüenza), apoyé el proyecto de nación que impulsaba un personaje pintoresco,
populachero y demagógico hasta el tuétano llamado Andrés Manuel.
Sin embargo, en algún momento me di cuenta de que, de forma
personal. No creía que su proyecto fuese lo que el país necesitaba. Puesto que
la extrema izquierda puede dañar tanto la estabilidad económica y social de un
país; como lo puede hacer la extrema derecha.
Entonces, fue cuando mi entendimiento se posó en el
candidato, que pretendía lograr la unión entre las ideologías y se proponía en
una postura de equidad desde donde gobernaría desde el centro y encaminado un
poco con tendencias izquierdistas (aunque cabe señalar, esto jamás fue
pronunciado por él. Sino que fue mi razonamiento y un análisis de las
propuestas y desempeño de los candidatos lo que me llevó a creer esto).
Fue así como dejé de apoyar al “peje” para irme del lado del
“copetón”. Un par de semanas después, fui invitado a formar parte del grupo de
campaña de Peña Nieto, y como apoyaba el proyecto, me integré a las brigadas de
trabajo, las cuales consistían en ir casa por casa, llevando las propuestas del
candidato, para así promover un cambio de ideas y un análisis por parte de
aquellas personas que aún no conocían acerca de sus ideas. Es decir, se
promovía el voto a favor de Enrique Peña Nieto y se aplicaba una pequeña
encuesta mediante la cual se pretendía conocer las necesidades inmediatas de
las personas respecto a su comunidad.
Durante todo este tiempo, recorrí a pie la ciudad,
conociendo zonas que no sabía que existían. Platiqué con muchísima gente y me
enteré de la problemática de las personas de la tercera edad, de jóvenes,
mujeres y madres solteras.
Visité personas que viven en condiciones marginales y que no
tenían dinero ni para comer (Quiero repetir, estuve trabajando directamente con
el equipo de Enrique Peña Nieto, en la ciudad de Tijuana), y a todas estas
personas, lo único que les podíamos ofrecer era una calcomanía, un tríptico con
las propuestas del candidato y en ocasiones algún otro distintivo como una
camiseta o una gorra.
Me encantaría poder decirles que hubo compra de votos,
porque existen personas que de verdad necesitan el dinero, o una despensa, o el
material de construcción que regaló el PAN. Sin embargo, esta campaña, en la
ciudad de Tijuana. Se llevó a cabo de una manera limpia. Siempre con respeto
para los contrincantes.
Esto fue algo que no vimos en la calle de parte de nuestros
rivales, puesto que el Gobierno del Estado entregó despensas vía DIF para los
simpatizantes del PAN y a favor de Josefina. También nos encontramos con
personas seguidoras de AMLO que nos seguían por la calle para proferir
improperios, apedreaban a nuestros compañeros, nos arrojaban huevos podridos y
nos sacaban con amenazas de las colonias.
En las redes sociales, fue muy triste el ver cómo personas
que considerabas inteligentes y pensantes, se dejaban llevar por la
desinformación que publicaban los grupos que apoyaban a la izquierda fallida. Imágenes
alteradas con photoshop o que no mostraban la realidad estaban a la orden del
día.
Videos insultantes y que denostaban la imagen de las
instituciones me fueron etiquetados y prácticamente cada vez que usaba las
redes sociales recibía ataques por parte de las personas que sabían era parte
del equipo de trabajo de EPN. Inclusive uno de mis mejores amigos puso en duda
mi honorabilidad por pensar de una forma diferente de él. O mejor dicho, pensar
y razonar por mí mismo.
Y digo esto, porque a pesar de lo que digan todos, que nos
intentaron meter a EPN hasta por los ojos en las novelas de televisa y montón
de mamadas mas, la verdad es que no veo televisión, y odio a televisa. Es por
esto que a mí no me imbuyeron esta imagen de Rock Star que todos alegan (lo
curioso es que las personas que se quejan de esto, se dicen intelectuales y yo
me pregunto ¿Qué cabrones hace un intelectual viendo televisa si lo único que
ahí transmiten son novelas y mamadas varias? Es por esto que, con todo respeto,
los llamo pseudointelectuales U_u).
Además, televisa pudo haber generado una figura popular y un
galán de novela para presidente, pero el verdadero peligro no es ese. Sino la
ignorancia que demostraron los autodenominados intelectuales o gente “informada”
(esto entre comillas porque como siempre he dicho, esta no es la era de la
información, sino de la divulgación; y no todo lo que vemos en internet es
verdadero, y si se toma como tal, caeremos en una desinformación dogmática y
mediática). Al dejarse llevar por la manipulación mediática de las redes
sociales, las cuales no crearon solamente un Rock Star, sino un Semi-Dios
tabasqueño, que al parecer tiene la panacea para todos los males que aquejan al
país.
Esto resulta problemático, por el simple hecho de que, por
el carácter dogmático y demagógico de su discurso, ha podido hacer que un grupo
minoritario de personas iniciasen un movimiento estudiantil llamado “#yosoy132”,
que al poco tiempo, gracias a la publicidad desmesurada en los noticieros y la
divulgación entre las redes sociales, se posicionó como el nuevo cáncer de la
sociedad mexicana.
Sé que muchos dirán que exagero, pero analicemos este
movimiento. Surge en forma de repudio hacia una sola persona, y aunque se manifiesta
como a-partidista, realiza actos para denostar a un candidato, de lo cual obviamente
se beneficiaría el segundo en la línea, que curiosamente resulta ser el “peje”.
Se inicia a partir de el surgimiento de este movimiento con una manipulación
mediática que hace creer a algunos que efectivamente AMLO va al frente de la
preferencia del público (o electorado) y por último, declara públicamente que
cuando él no resulte electo como presidente de la república será producto de un
fraude electoral.
En este momento busco una expresión para decir lo que
siento, pero como había decidido no usar palabras soeces para esta entrada, únicamente
diré. Que no tiene sentido entrar en una contienda electoral y hacer uso de los recursos del pueblo (por
parte de tres partidos políticos), para terminar diciendo que la democracia no
existe y que se gastó todo ese dinero en vano porque al final de cuentas el fraude
electoral ya estaba arreglado y él no iba a resultar electo.
A parte que recientemente, se han pronunciado en contra de
otras personas, alegando que están en contra de la televisión de poco contenido
etc. Pero no se han puesto a pensar que estas personas solamente hacen su
trabajo (como el tipo este que escribe libros para adolescentes de apellido
rosado). Y que si ellos siguen teniendo trabajo es porque a las personas les
gusta lo que venden.
Así es, estas personas han iniciado una cacería de brujas
contra todo aquello que no les gusta, convirtiéndose en una moderna inquisición
cegada, como debe serlo, por el fanatismo y la creencia de que poseen la verdad
absoluta y que solamente ellos tienen la razón.
Quieren imponer su forma de pensar a la gente y hacer que la
gente vea únicamente lo que ellos dicen y que piensen como ellos.
Pero, a pesar de lo que pudiesen creer, esto no es lo peor
del caso. Lo que resulta peor es que los seguidores de AMLO (me atrevería a
decir que parte de su equipo cercano), aprovechándose del fanatismo despertado
en muchos, ahora convocan a la gente a levantarse y “despertar”.
Convocan al pueblo de México a gritar que no desean una
imposición y que la democracia en nuestro país ha fallado. Llaman, sin ningún
recato y mediante las redes sociales a una revolución (Así es, imposición de
ideologías, idolatría por un sujeto, incitación al levantamiento, U_u están a
un paso del comunismo… han malentendido a marx).
Y yo les puedo decir que si. La democracia en México ha
fallado, porque estos grupos no pueden darse cuenta de que no puede existir un
presidente para cada expresión política. Que es precisamente por esto que cada
seis años se convoca a elecciones, en las cuales todos los ciudadanos mexicanos
pueden votar, pero que de aquellos cuantos que voten, los que resulten con un
solo voto mas que los contrincantes se convierten en mayoría. Y que esta
mayoría (aunque no resulte ser del 50% + 1 voto) es quien elegirá a sus
gobernantes.
Y que si, Enrique Peña Nieto resulta ser una imposición para
las minorías, pero no por parte de una institución, o un personaje pelón y
orejón que vive en Dublín. Sino que resulta ser una imposición por parte de
nosotros. Esa mayoría de mexicanos que salimos a votar el domingo primero de
Junio, esa mayoría que tuvo que estar soportando insultos públicos y
denostaciones por medios masivos de comunicación (que según ustedes apoyaban
hasta con los dientes a EPN).
La imposición es de nosotros mismos, la otra parte del
pueblo que también tiene el derecho de elegir el rumbo que quiere para el país,
la parte del pueblo, que como ustedes tiene la libertad y el derecho de elegir
o cambiar la forma de gobierno de la nación. Somos la parte del pueblo que ha
hablado pacíficamente utilizando el recurso legal que nos dieron nuestros héroes;
que es la libertad del voto.
Y somos esa parte del pueblo civilizado que a pesar de que
estamos en contra de sus ideas, les permitimos expresar libremente su opinión,
por mas que se nos insulte y trate de amedrentársenos, calumniársenos y
hacernos parecer hombres traidores a la patria.
Señores, la patria va
mas allá de un personaje o de su capacidad para manipular a las masas. La patria
se construye mediante la unidad y se lleva a cuestas hacia el progreso.
Es momento de actuar, sí es momento de revolucionar nuestras
costumbres e ideas, sí. Pero es momento de hacerlo mediante el trabajo
colectivo, la unión de todas las partes y expresiones y la suma de todos los
esfuerzos, es momento de unión y re-unión para el pueblo mexicano, no de
división, no de separatismos. Es momento de trabajo, progreso y evolución.
Necesitamos democracia y revolución, pero no en un partido
político sentado en la silla presidencial y representado por aquel que ha
venido lavando el cerebro de tantas personas a lo largo de todos estos años.
La patria no se vende, y la democracia no se negocia. Nosotros,
la mayoría, el pueblo hemos hablado. Y yo, como ciudadano mexicano, como joven,
como intelectual, como profesionista, como juarista, como trabajador, como una
persona informada y sobre todo, como
hombre libre y de buenas costumbres; exijo respeto por mi forma de pensar, por
mi decisión, por la voz que he levantado y por mi voto que a pesar de no ser
como el vuestro, he razonado.
Que documento tan filosófico he inteligente saludos Carlos D Chavez Quezadas
ResponderEliminarExcelente trabajo H:. SFU:.
ResponderEliminarPara serte sincero nunca hubiera dado con tu blog y mucho menos con tus palabras `por casualidad di y me puse a leer tus palabras soy una persona que le interesa el pais y como tu diras soy izquierditsa tal vez por no estar con EPN me parece perfecto Q tu estes apoyando a tu candidato que ya ah esta sinstancias gano gracias al apoyo de delincuentes de dinero de influencias televisivas entiendo que hubo personas que votaron por el por propia decicion como me imagino fuiste tu para no hacertelo mas extenso creo Q cada quien tiene sus propias ideas mas recordarte que si hubo un gran fruade y no es el primero en la historia siempre ah sido asi el pri siempre ha robado y lo seguira haciendo hasta que la gente miedosa o con poca mentalidad lo permita
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