Experimento 626

Hace algunas semanas, revisaba la bolsa de valores (tengo la costumbre de hacerlo una o dos veces al mes porque siempre he tenido deseos de invertitir en el mercado de intercambio de divisas O_o), y me percaté que nuevamente el café estaba a la alza (o sea que estaba encareciendo su precio, o mas bien, ganando valor con respecto a la moneda).

Este hecho que parecía no tener relevancia me recordó la ley de la oferta y la demanda, la cual determina los precios de los productos en el mercado. Esta ley nos dice que si el consumo (demanda) es proporcional o inversamente proporcional a la existencia del producto (oferta), debemos sacar provecho y vender mas caro, porque de todas formas nos van a a comprar debido a que a los consumidores les gusta lo que producimos (o algo por el estilo, si ya conocías el funcionamiento de esta ley y te pareció que esta entrada será redundante sigue leyendo porque no trata de economía hahahahaha. :P).

Mi tolerancia

Hace ya varias semaanas que planeaba escribir una nueva entrada para este collage de ideas al que llamo bitácotra. Sin embargo, mis múlltiples ocupaciones me lo han impedido (En esta ocasión no solo es Facebook, en serio. Pues casi no he podido conectarme).

Tenía pensado hablar respecto a la idiotez y cómo algo tan absurdo como los desvaríos de un hebrio, con el soporte de una de las compañías televisoras que mas idioteces producen y promueven a nivel mundial (Así es, me refiero a Televisa, neta, es una mierda), logran permearse en todos los niveles de la sociedad, al punto que estaban considerando cambiar el Himno Nacional Mexicano de “Mexicanos al grito de guerra” por “Mexicanos al grito de FUAAAAA!!!!” (si, la verdad es que estoy exagerando, pero los dirigentes políticos de nuestro país son tan idiotas como el mismo grupo Televisa, así que no descarten la posibilidad... O_O).